Propósito

En una primera fase, el propósito de esta propuesta consiste en proveer experiencias de capacitación a profesionales que intervienen con estudiantes con deficiencias intelectuales y del desarrollo. Para estos adiestramientos se utilizarán los módulos titulados El ABC de la educación diferenciada e inclusiva, desarrollados a través de la propuesta Haciendo la diferencia para las personas con capacidades diversas, aprobada por el Consejo Estatal de Deficiencias en el Desarrollo. Estos módulos están disponibles de manera gratuita en esta página electrónica.

En la FASE 2 se estarán desarrollando las siguientes actividades:

1. desarrollo de un laboratorio de Asistencia Tecnológica en la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras dirigido a la niñez temprana;
2. desarrollo de una guía sobre las prácticas educativas apropiadas, fundamentadas en los estándares del Council for Exceptional Children (CEC) y la National Association for the Education of Young Children (NAEYC);
3. ofrecimiento de los talleres de capacitación para 100 profesionales y familias de estudiantes con deficiencias intelectuales y del desarrollo y proveer experiencias a los participantes mediante demostración y aplicación del uso de la tecnología asistiva a estudiantes con deficiencias intelectuales y del desarrollo.

Meta

Capacitar y adiestrar a educadores y familias en temas relacionados con las prácticas apropiadas y la aplicación de la tecnología, con el fin de proveer conocimientos que propendan en un mejor desarrollo social, intelectual, físico y emocional de la niñez temprana con capacidades diversas.

Justificación

Desde la década de 1990, la visión de la educación basada en el paradigma médico-clínico de la educación especial ha evolucionado al paradigma a base de potencialidades y talentos. Simultáneamente, las estadísticas de las poblaciones de condiciones especiales continúan en crecimiento alarmante. Las últimas estadísticas del Departamento de Educación revelan un aumento significativo a razón de 1,000 estudiantes por año escolar en las diferentes categorías de las necesidades especiales.  Si a estas cifras le añadimos las estadísticas de las otras agencias de gobierno, como lo son el Departamento de Familia, el Departamento del Trabajo, entre otros, se pudiera estimar que la población con condiciones especiales a nivel isla, sobrepasan los 300,000.

Ante estas alarmantes estadísticas, en la actualidad se llevan a cabo muy pocos esfuerzos e iniciativas para la prevención e intervención en la niñez temprana, que pueda atender esta incidencia y prevalencia de condiciones especiales en Puerto Rico. A pesar de que la historia de la educación especial en Puerto Rico data de hace más de 50 años, los esfuerzos se han concentrando en la provisión de servicios educativos y relacionados a las poblaciones con necesidades especiales, quedando desatendida el área de actitudes y prevención. Esto puede evidenciarse no solo en las estadísticas mencionadas, sino en la calidad de los servicios que se ofrecen. De aquí se desprende la imperante necesidad de desarrollar e implantar estrategias dirigidas a lograr un cambio en las actitudes de la población en general y, particularmente, de aquellas personas que proveen servicios directos a estas poblaciones.